TODO ES PROPAGANDA DE LO QUE CREEMOS

Taller de lectura | El concepto de diagrama

Hace algún tiempo venimos hablando con Diego Cirulli de armar un grupo en el taller para leer Pintura: el concepto de diagrama, las clases que dio Deleuze y editó Cactus. ¿Por qué? Porque sentimos que es el libro que mejor habla del hecho pictórico, porque no intenta subordinarlo a la reflexión filosófica, sino que se sirve de la pintura para crear nuevas ideas, nuevos conceptos. Es un libro sobre pintura, pero no es un libro de estética. En el fondo, quizás no sea ni más, ni menos, que un pensamiento en voz alta sobre la práctica más antigua y misteriosa de la humanidad.
En el primer encuentro, virtual obviamente, que será el lunes 7 de septiembre a las 19:00, vamos a dedicarnos a la primera clase o capítulo del libro, a contextualizarlo en la obra de Deleuze y en la historia, a ver las obras de las que habla, a hablar de esas y otras referencias, y a pensar cómo puede afectar esto la propia producción. El taller está pensado sobre todo, en esta época donde el sentido de hacer cosas parece haber desaparecido, como una invitación a poner en movimiento nuestros mecanismos internos, esas fábricas de sentido que somos.

Bibliografía

Curaduría | ¿Dónde guardamos los recuerdos?

¿Dónde guardamos los recuerdos? es una muestra en Galería Tiana que surgió del primer taller de Todo es propaganda de lo que creemos en 2020 y quedó suspendida al comienzo de la pandemia de Covid-19. Lo que sigue son las invitaciones a la muestra y el texto curatorial.

Quizás el arte sea el único lugar donde podamos, todavía, conectar libremente los puntos. Conectar ideas con imágenes, o con sensaciones antes que con palabras. Conectar el tiempo también, romper los órdenes de qué viene antes y qué después. Llegar a relaciones nada menos que absurdas, pero no por ser contrarias a un sentido común, sino inauguradoras de uno nuevo. La línea como abstracción más simple de esas conexiones, y a la vez como borde de una forma, donde empezamos a verla. La línea como recorte y también como tejido. O la textura que son estas letras, que en sucesiones siempre cambiantes intentan hablar de lo que no requiere palabras.
Esta muestra surge de conexiones semejantes. Las fotos en blanco y negro que son el material de Belén Espinosa para construir, coser, cortar, componer, y ofrecernos así el panorama de un tiempo que existe único y preciosamente en sus imágenes. Las telas e hilos saturados de colores que arman las figuras y los cuerpos que nos convida Mariana Szulman también tejen un tiempo diferente, una contemporaneidad en formas de hacer y vincularse con la propia experiencia. Las investigaciones de Mariela Beker sobre lo que llevamos dentro, la pregunta por dónde se alojan en la carne el sentido y la sensación, y cómo trabajamos la forma de eso que no deja de derramarse.
Cómo nos afecte eso es la pregunta que nos motiva a seguir haciendo y a compartir lo que solo significa cuando nos abrimos al encuentro.

Algunas lecturas para entrar en tono

Diana Aisenberg, MDA

“Es importante no perder el contacto directo con la materia y entrenar el hacer como pensamiento y el pensamiento como acción. Poner el cuerpo por encima del discurso es muy importante. Funciona como una vacuna contra el sobre-discurso y contra la tendencia a explicar el hacer con argumentos que no encuentran su correlato en la obra.”

Este fragmento es de MDA Apuntes para un aprendizaje del arte, que no encontré previamente digitalizado. El libro suyo que sí se encuentra en internet es Historias del arte, que puede entenderse como un borrador de MDA y está acá.

Rodolfo Kusch, Anotaciones para una estética de lo americano

El arte surge así de un miedo original que cuestiona a lo amorfo su falta de forma. La visión que un artista corriente tiene de lo americano contiene esa irritación por la ausencia del equilibrio formal. Se refugia de inmediato en esa predisposición selectiva al estrato, a lo formal, a lo estable, llevado por una especie de pánico de que lo que está abajo pudiera destruir lo de arriba. Y en el caso de rozar algo muy hondo, que penetre en lo americano, el artista o el escritor tienden sobre esa hondura un barroco conceptual sutilmente entretejido para evitar toda posibilidad de visión o de resquicio hacia lo viviente. De ahí que se mienta, porque esa es la ley. Se miente siendo federal y también se miente siendo unitario. En la esencia misma de esa actividad mentirosa yace un acto de conjuración de aquel espanto original de no saber para qué se escribe, se lucha, se enseña o se vive aquí en América. Es el amargo estar de más o de menos en un grupo humano que se desvive únicamente por aglutinarse buscando amparo sin saber de qué.”

Un pdf con el texto completo puede encontrarse detrás de este link.

Un intento fallido de fotografiar la realidad. Duane Michals

Graham Harman, La estética como cosmología

“Una de las mejores maneras de abordar un problema difícil es ampliar el espectro del problema, agrandarlo, expandirlo a una forma sistemática que supere con creces sus límites originales. Este me parece un principio muy útil, que podemos transferir al dominio de la estética. La estructura de las obras de arte y la naturaleza de la belleza: son problemas duraderos para la filosofía contemporánea[…]. Surgen dificultades que nos dejan perplejos cuando tratamos de clarificar la naturaleza de la metáfora, el rol exacto del estilo en las obras de arte, o en general cuando buscamos establecer límites convincentes entre los dominios estético y no estético. Con este espíritu, tal vez la única forma de echar luz sobre el arte es dejarlo tomar altura e irse tan lejos de su lugar original en el mundo de manera que pueda coincidir con el Universo entero. Tal vez la mejor forma de abordar la estética sea desde la puerta trasera de la cosmología general: como si el mundo entero tuviera estructura estética. Y no me refiero a un proyecto humano rebosante de creatividad que busca otorgarle sentido a un Universo arbitrario e irracional. No es cuestión de hablar de “la vida como literatura”. Mi hipótesis es que la vida misma de las cosas, esas cosas que han venido siendo aplazadas del interés filosófico en los últimos tiempos, tiene una estructura estética.

Desde mi punto de vista, podremos echar alguna luz sobre el arte solo si nos animamos a considerarlo como el elemento que yace en silencio en la base de todo proceso de causación física, como el ingrediente responsable de la colisión de los granos de arena, de la emisión de vapor por parte de las plantas nucleares defectuosas, de nuestro luctuoso encuentro con una pintura de los zapatos de un labriego.”

El texto completo puede leerse acá.

Carta de Mark Rothko y Adolph Gottlieb al NY Times

En 1943, tras recibir una crítica dura a su muestra de un columnista del New York Times, Mark Rothko y Adolph Gottlieb escribieron una carta al diario que contenía estos cinco puntos:

1 – El arte para nosotros es una aventura hacia un mundo desconocido, que solo puede ser explorado por aquellos dispuestos a asumir riesgos.
2 – Tal mundo imaginario es libre de caprichos y violentamente opuesto al sentido común.
3 – Nuestra función como artistas es hacer que el espectador vea el mundo a nuestro modo — no al suyo propio.
4 – Estamos a favor de la expresión simple del pensamiento complejo. También estamos a favor de los formatos grandes porque tienen el impacto de lo inequívoco. Queremos reafirmar el plano pictórico. Estamos a favor de las formas planas porque destruyen la ilusión y revelan la verdad.
5 – Es comunmente aceptado entre los pintores que no importa lo que se pinte siempre y cuando esté bien pintado. Esta es la esencia del academicismo. No hay tal cosa como un buen cuadro sobre nada. Afirmamos que el tema es crucial y que es válido solo si es trágico y atemporal. Por ello profesamos una afinidad espiritual con el arte primitivo y arcaico.

José Ortega y Gasset, La deshumanización del arte

“La metáfora es probablemente la potencia más fértil que el hombre posee. Su eficiencia llega a tocar los confines de la taumaturgia y parece un trebejo de creación que Dios se dejó olvidado dentro de una de sus criaturas al tiempo de formarla, como el cirujano distraído se deja un instrumento en el vientre del operado.

Todas las demás potencias nos mantienen inscritos dentro de lo real, de lo que ya es. Lo más que podremos hacer es sumar o restar unas cosas de otras. Sólo la metáfora nos facilita la evasión y crea entre las cosas reales arrecifes imaginarios, florecimiento de islas ingrávidas.

Es verdaderamente extraña la existencia en el hombre de esta actividad mental que consiste en suplantar una cosa por otra, no tanto por afán de llegar a ésta como por el empeño de rehuir de aquélla. La metáfora escamotea un objeto enmascarándolo con otro, y no tendría sentido si no viéramos bajo ella un instinto que induce al hombre a evitar realidades.”

El texto completo de Ortega y Gasset se encuentra acá.